Desde este post recomendamos la visita guiada al monasterio de San Juan de Ortega en el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Burgos.
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¿Quién era San Juan de Ortega?
San Juan de Ortega era hijo de un caballero llamado Vela Velázquez y de su esposa Estefanía.
Su verdadero nombre era Juan Velázquez, pero también se le conoce como Juan de Quintanaortuño, ya que esta localidad burgalesa fue su lugar de nacimiento el año 1080.
Siendo prácticamente un niño sus padres lo envían a recibir formación al monasterio de San Juan en Burgos.
En ese momento el abad de este cenobio era San Lesmes, un monje de origen francés que dedica su vida a ayudar a necesitados y peregrinos.
El año 1094 ocurrirá un hecho muy importante en la vida de Juan pues conoce a Santo Domingo de la Calzada. Este santo había venido a Burgos para reunirse con el rey Alfonso VI.
Así pues, Juan decide marchar con Santo Domingo y a partir de ese momento permanece siempre a su lado. Ambos dedican su vida a la construcción de puentes, caminos y todo lo que facilitase el tránsito a los peregrinos por estas tierras.
El año 1106 el obispo de Nájera le ordena sacerdote. Pero, tres años más tarde fallece Santo Domingo y Juan piensa que es el momento de iniciar una peregrinación a Roma y a Tierra Santa.
Además, Castilla vive en aquel tiempo una etapa convulsa por el enfrentamiento entre la reina Urraca y su esposo Alfonso I El Batallador.
A la vuelta de Tierra Santa una enorme tormenta hace que el navío en el que viajaba el santo estuviese a punto de naufragar.
San Juan se encomienda en ese momento de peligro a San Nicolás y le promete edificar una iglesia bajo su advocación en Castilla.
El santo cumple su palabra construyendo la iglesia y junto a ella un pequeño albergue donde una pequeña comunidad de canónigos regulares de San Agustín atendía a los peregrinos.
Asimismo, el rey Alfonso VII otorga al monasterio terrenos de realengo entre Ortega de Arriba y Ortega de Abajo en Montes de Oca.
Bajo el reinado de Alfonso VIII el monasterio pasa a depender de la Catedral de Burgos
En el siglo XV el obispo Pablo de Santa María entrega el monasterio a los Jerónimos, que permanecen en él hasta la desamortización de Mendizábal.
La Capilla del Santo
El emplazamiento de esta capilla puede considerarse el origen de este monasterio.
Se dice que San Juan de Ortega y su hermano Martín la finalizan hacia 1120.
Cuando la reina Isabel la Católica visita el monasterio ordena rehabilitar y ampliar la capilla ya que le pareció muy pobre la existente.
Otro sacerdote llamado también Juan de Ortega, provisor de Villafranca Montes de Oca y futuro obispo de Almería, que acompañaba a la reina en este viaje, se encarga de que las obras se llevasen a cabo.
La nueva capilla es de una sola nave rectangular cubierta con tres bóvedas de terceletes en cuyas claves están las armas de los Reyes Católicos y las de San Juan de Ortega.
En esta capilla está enterrado el santo que fallece el día 2 de junio de 1163.
La iglesia
En la visita guiada a San Juan de Ortega les mostraremos el templo que se comienza a construir en vida del santo hacia 1152.
De época románica se conservan los tres ábsides y la nave transversal.
En el siglo XV se amplia la iglesia y se construye la fachada actual de la misma.
Asimismo, en la iglesia se encuentra un excepcional mausoleo compuesto de sepultura y baldaquino. Se construye para colocar en él los restos del santo, pero nunca han estado aquí.
Los promotores del citado cenotafio fueron Pedro Fernández de Velasco y su esposa Beatriz Manrique.
En él están representadas escenas que tienen relación con la vida del Santo.
Las seis estatuas que rodean el sepulcro son ya de época barroca y representan a San Jerónimo, Santa Paula, San Paulino de Nola, San Eusebio, Santa Marcela y Santa Eustaquia de Belén.
También se conserva en la iglesia un bellísimo sepulcro románico decorado con escenas del fallecimiento del santo y de la ascensión de su alma al cielo. Tampoco en él estuvieron nunca los restos del santo, que reposan en un sepulcro mucho más simple en la denominada capilla del santo.
Además, hay que citar el retablo dedicado a San Jerónimo, así como el de las Animas.
Fenómeno de la luz en los equinoccios de primavera y otoño
Los grandes conocimientos de astronomía que los arquitectos medievales tenían han quedado patentes en esta bella iglesia.
El día 21 de marzo y el 22 de septiembre un rayo de sol poniente que entra por una de las ventanas se dirige a la Virgen María iluminando su vientre. La luz del sol nos trasmite la idea de fecundidad de la vida.
San Juan de Ortega tiene la fama de hacer fértiles a las mujeres estériles y a él han acudido numerosas personas a lo largo de la historia pidiéndole su intercesión para la concepción de un hijo.
Incluso la reina Isabel acudió a rezar ante la tumba del santo cuando estaba embarazada de su primer hijo varón. Ella temía que los problemas de salud que padecía en ese momento pusieran en peligro el desarrollo de la gestación.
Asimismo, la luz en su recorrido nos muestra además de la Anunciación, la Visitación, el nacimiento de Jesús y el ángel anunciando a los pastores la buena noticia.