En este post queremos que conozcan algo de la historia del Hospital del Rey en Burgos.
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Orígenes del Hospital del Rey
Durante la Edad Media el Hospital del Rey de nuestra ciudad está considerado como el más grande y mejor dotado de todos los hospitales del Camino de Santiago francés.
El Hospital era la casa de beneficencia del Monasterio de las Huelgas y su fundación se debe al rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra. En este lugar se acogía a pobres, enfermos y a los peregrinos que acudían desde distintos lugares a visitar la tumba del apóstol en Compostela.
La administración del Hospital del Rey se encomienda entonces a una comunidad cisterciense de religiosos legos formada por doce freires y ocho freiras, con un comendador al frente. También contaba con una amplia nómina de oficiales menores y criados que rondaba el centenar.
A partir de los bienes donados por los reyes fundadores y gracias a una decidida política inversora los freires lograron acumular un patrimonio extraordinario. Su extensión alcanzó a más de un centenar de lugares, principalmente en la provincia de Burgos, todo un señorío que comportaba derechos de jurisdicción así como rentas señoriales y agrarias.
Su decadencia comienza con el descenso de las peregrinaciones en el siglo XVI y hasta el siglo XIX el Hospital del Rey tuvo que hacer frente a numerosas dificultades para mantener su inmenso patrimonio.
Durante la Guerra de la Independencia los soldados franceses utilizaron el hospital como cuartel general causando enormes daños en el mismo. En esta época se calcula que desaparecen unos 200 documentos de su archivo.
Desde finales del siglo XIX y hasta 1936 su actividad fue prácticamente nula. Durante la Guerra Civil sirvió de Hospital de sangre. Posteriormente, en 1947, fue cedido en arrendamiento por 30 años al Ayuntamiento de Burgos, excluyendo la Iglesia y la Capilla de San Amaro.
Asistencia a los peregrinos
Los peregrinos recibían un trato diferente según si llegaban sanos o enfermos. Los sanos tenían derecho a una sola comida, almuerzo o cena, y cama por una noche. Los enfermos serían acogidos por el tiempo que durase su enfermedad. En 1499 el Hospital del Rey disponía de 87 camas, 66 para hombres y 21 para mujeres.
Aunque por lo que más sobresalía el hospital era por la buena calidad y cantidad de la comida ofrecida a los peregrinos.
Según las Ordenanzas de 1496 a cada peregrino se le hacia entrega de 575 gr de pan blanco en dos piezas redondas, un litro de vino, un plato de caldo o potaje de legumbres y un trozo de carne de unos 300gr, o su equivalente a pescado los días de abstinencia.
Sede del Rectorado de la Universidad de Burgos
En la década de los años ochenta del siglo XX el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional acuerda la cesión del Hospital del Rey a la ciudad de Burgos para su transformación en anexos universitarios.
La Universidad de Valladolid inicia las obras de rehabilitación según proyecto del arquitecto Francisco Rodríguez de Partearroyo. Dichas obras son inauguradas en 1991 con destino a sede de la Facultad de Derecho y desde 1994 del Rectorado de la recién creada Universidad de Burgos.
La intervención arquitectónica mereció el premio “Europa Nostra” de restauración de edificios históricos.
El arte en el Hospital del Rey
En el Hospital del Rey se conservan dos puertas de caracteres cistercienses del siglo XIII, la de acceso a la iglesia actual y la de la entrada a la primitiva iglesia-hospital de la que se conservan los pilares.
Sobre el conjunto de edificios destaca la torre de la Iglesia. La puerta de acceso al templo es obra de Juan de Valmaseda y representa escenas de Adán y Eva y alusivas a los peregrinos. La iglesia de fabrica barroca del siglo XVII se atribuye a Francisco de Pontón y a Bernabé de Hazas.
Destaca sobremanera la Puerta de Romeros, magnifica obra renacentista. Está concebida como un arco triunfal y por un lado, en la hornacina central, se encuentra la estatua del apóstol Santiago y por el otro la de la Virgen con el Niño.
El programa iconográfico subraya el patrocinio real y el compromiso de la Corona con los necesitados. Así pues, encontramos una inscripción latina que viene a decir “Dichoso aquel que se muestra solidario con los necesitados y los pobres porque en los días malos obtendrá su recompensa”
Traspasada la puerta encontramos la fachada de la Casa del Fuero Viejo, que hace referencia al fuero promulgado desde este lugar por Pedro I en 1351, construida probablemente entre 1530-1540.
A la izquierda del patio está el pórtico renacentista del siglo XVI, atribuido a Juan de Vallejo y a la derecha se encuentra un edificio de nueva planta denominado la «Casa de Romeros”