La obra de la sacristía de la Catedral de Burgos se realiza en el siglo XVIII por el arquitecto carmelita Fray José de San Juan de la Cruz.
En el siglo XVIII el arzobispo don Juan Francisco Guillén financia la construcción de una nueva sacristía que alcanzó el coste final de 247.182 reales (600.000€ actuales).
Esta obra se había ido posponiendo desde tiempos del arzobispado de don Cristóbal Vela a finales del siglo XVI.
El historiador Ponz tras verla terminada dijo «que se podía dar por deshacerla tanto como costó de hacer», se ve que el estilo Rococó no era de su gusto.
Pero otros historiadores y arquitectos elogian a Fray José de San Juan de la Cruz ya que a partir de una planta irregular logró casi un rectángulo terminado en cabecera absidal.
INTERIOR DE LA SACRISTIA
Destaca en su interior una bóveda elíptica con linterna sobre pechinas decoradas con yeserías al más puro estilo Rococó.
Asimismo, tenemos que mencionar la yesería de la Coronación de la Virgen en el cielo en presencia de la Santísima Trinidad.
Acompañan la escena un gran sequito de ángeles, algunos tocando instrumentos musicales, como un laúd, un órgano, un clarinete, una flauta, entre otros.
También en el lado opuesto ,sobre la puerta, vemos la estatua de San Fernando, fundador de la Catedral, y otro relieve que representa la Anunciación.
Asimismo, tres retablos decoran la cabecera de la sacristía. En el retablo central llama a atención la escultura de la Asunción de la Virgen y las estatuillas de Santa Barbara y Santa María Magdalena.
En el ático del retablo central se encuentra también la imagen de Santa Casilda, una santa muy venerada en nuestra provincia.
Los autores de estos retablos y de la cajonería de madera de peral pueden ser José Cortés del Valle o Manuel Romero, pero no se sabe con certeza.
El mobiliario se completa con espejos y cuadros remarcados por una decoración de rocallas , flores, animales y paisajes variados.
Las pinturas sobre la vida de la Virgen son del entorno más próximo al pintor napolitano Luca Giordano, donadas por el canónigo fabriquero don Tomás de Quintano.
Completan la decoración de la sacristía de la Catedral de Burgos varios pequeños oleos sobre cobre .
Adosadas a las pilastras hay tres estatuas de santos relacionados con Burgos: San Indalecio, San Julián y San Juan de Sahagún.
En la antesacristía encontramos un brasero cuyas brasas se utilizaban para quemar incienso en los incensarios.
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