En su próximo viaje a la provincia de Burgos les recomendamos la visita guiada a la ciudad romana de Clunia.
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Clunia se encuentra en un cerro en forma de muela denominado Alto de Castro, en el término municipal de Peñalba de Castro, pedanía del Ayuntamiento de Huerta de Rey.
A los pies del cerro discurre el rio Arandilla, afluente del río Duero.
En época celtibérica los habitantes de esta zona formaban parte de las tribus arévacas, que se organizaban en pequeños núcleos de población situados en lugares altos y de fácil defensa. Prueba de ello son los restos hallados en el Alto del Cuerno, situado frente al Alto de Castro donde posteriormente se asienta la ciudad romana.
Además, Clunia se edifica sobre un conjunto cárstico formado por galerías y lagunas subterráneas que alimentan los numerosos manantiales que surgen en las laderas del cerro. Esta gran reserva de agua se conoce hoy día como Cueva Román.
Breve historia de la ciudad romana de Clunia
Cuando comienza la ocupación militar romana las tribus del Norte de la Mesera lucharon cuanto pudieron para preservar sus costumbres y su libertad.
Tras diversas pequeñas batallas, en el 154 a.C., estallan las llamadas «Guerras Celtibéricas» las cuales concluyen con la caída de Numancia en el 133 a. C.
Tito Livio narra como Pompeyo asedia a Sertorio en Clunia (año 75 a C.) durante las conocidas como Guerras Sertorianas, pero la ciudad resiste y Pompeyo termina abandonando el sitio.
Finalmente, Sertorio es derrotado el año 72 a. C y Pompeyo ocupa Clunia y otras ciudades que habían apoyado a su oponente.
En tiempos de Tiberio (14-37 d.C.) Clunia cuenta con el estatuto de municipio romano y la ciudad acuña monedas con su efigie y los nombres de los magistrados de la ciudad.
A través de Plinio conocemos que a mediados del siglo I d.C. Clunia se convierte en capital de convento llegando a ser el centro jurídico y religioso de un amplio territorio.
En esta época se erigen nuevos edificios de carácter público acordes a la importancia que adquiere la ciudad en ese momento.
Posteriormente, en la sublevación de Galba contra Nerón la ciudad juega un importante papel.
Galba se refugia en Clunia, levantando la Legión VII Hispana y esperando a ser proclamado emperador por el Senado.
A partir del S. II d.C. la vida en la ciudad no se desarrolla como estaba previsto y se produce una especie de reconversión. Clunia se desliga de fastos e intereses imperiales y se preocupa por pervivir contando solo con sus propios medios.
Se puede decir que hasta el siglo V logra mantenerse de manera exitosa.
En la visita guiada a la ciudad romana de Clunia nos acercaremos hasta el foro, situado en la parte más elevada del cerro.
El foro cumplía tres funciones: religiosa, comercial y jurídica. En el extremo sur del mismo se ubicaba un templo dedicado a la Triada Capitolina.
Asimismo, en el extremo opuesto se encontraba la Basílica, desde donde se administraba justicia, se sancionaban contratos comerciales y se guardaban las leyes y el registro.
Tenemos que mencionar también otros lugares públicos como las impresionantes termas con que contaba la ciudad o el edificio Flavio.
Teatro romano de Clunia
Uno de los lugares que más llama la atención en la visita guiada a la ciudad romana de Clunia es su teatro que data del siglo I d. C.
El diámetro total del teatro es de 102 m y tuvo capacidad para alrededor de 10.000 espectadores, lo que le convirtió en uno de los mayores de Hispania.
Para la construcción de una parte del graderío se aprovecha la ladera en forma de media luna y otra parte se excava en la roca.
La fachada escénica consta de dos pisos con columnas corintias entre las que se situaban esculturas, así como las puertas por donde entraban y salían los actores.
La parte superior disponía de un tornavoz de madera y en la parte inferior de la escena quedaba un hueco que amplificaba la voz mediante la colocación de vasos de bronce y terracota rellenos de agua a diferentes niveles del graderío.
Hacia el valle, el Teatro presentaba una fachada monumental con un gran pórtico central comunicado con la escena por las puertas principales.
Al inicio y finalización de la función se ocultaba la visión de la escena mediante un telón.
También durante la representación se transformaba la escena con decorados móviles y existían máquinas para producir efectos sonoros y niebla.
A lo largo del siglo II d. C. se producen una serie de actuaciones que lo transforman en un espacio acondicionado para espectáculos más propios de un anfiteatro.