En su viaje por la provincia de Burgos les aconsejamos realizar una visita guiada a San Pedro de Tejada, en el Valle de Valdivielso. Además, pueden visitar otras localidades de las Merindades de gran interés histórico-artístico próximas a este lugar.
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IGLESIA DE SAN PEDRO DE TEJADA
Tras llegar al pueblo de Puente Arenas hay que realizar un recorrido de algo menos de un kilómetro para llegar a Tejada.
San Pedro de Tejada es uno de los monumentos románicos burgaleses más completos y mejor conservados.
El templo actual es el heredero de un cenobio del siglo IX, que siglos más tarde pasó a depender del Monasterio de Oña, convirtiéndose en priorato.
La iglesia románica, que podemos contemplar en la visita guiada a San Pedro de Tejada, se erige probablemente en la primera mitad del siglo XII.
El hastial occidental cuenta con una magnífica portada. En las arquivoltas de la puerta de acceso encontramos decoración de sogueado y taqueado jaqués. Los capiteles de las columnas están decorados con elementos de temática vegetal.
En una de las enjutas de la puerta encontramos un relieve que representa la última cena donde Cristo aparece con dos de sus apóstoles. Se trata de San Juan, el discípulo amado, y de Judas que está tomando el bocado de Cristo y robando el pescado.
En la enjuta opuesta podemos ver un león con un hombre a sus pies. El león es una representación muy usual en el Románico. En la Catedral de Jaca una inscripción asocia el león a Cristo (“el león sabe perdonar al caído y Cristo a quien le implora”)
Además, en los canecillos del tejaroz de la puerta está representado el Tetramorfos, los símbolos de los evangelistas, junto a ángeles.
Debajo del tejaroz en cada extremo de la puerta se sitúan seis apóstoles, colocados dos a dos. Todos lucen espléndidas barbas, excepto San Juan.
En la parte superior de la fachada una ventana trilobulada completa la decoración.
En lo referente a la decoración de los muros laterales hay que señalar la variadísima iconografía, propia de este periodo, de los canecillos (águilas, leones, ciervos, cabras, lobos, perros, incluso un mono). Uno de los más interesantes es el que muestra a un diablo cornudo sonriendo mientras pisa con sus pies convertidos en garras a un pecador echado en el suelo.
Asimismo, la cabecera cuenta con un tramo presbiterial no muy prolongado y un ábside semicircular de gran elegancia. En cuanto a los capiteles de las columnas de la cabecera, volvemos a encontrar animales, personajes que representan a músicos y una escena en que parece un sacerdote impartiendo la Extrema Unción a un moribundo flanqueado por dos leones.
En el costado sur tenemos la torrecilla cilíndrica que alberga la subida a la torre campanario. Dicha torre está construida en un material más liviano, piedra de toba porosa, para asegurarse la estabilidad. El cuerpo superior, donde están las campanas, presenta en cada lado dos ventanales ajimezados, cuyas columnas tienen capiteles decorados con hojas de acanto, piñas y algunos animales como leones y gallos.
INTERIOR DE LA IGLESIA
En el interior se aprecia la altura y esbeltez del conjunto. Está dividida en cuatro tramos, en los dos primeros destaca la bóveda de cañón con arcos fajones, que descansan sobre cuatro capiteles.
Entre los capiteles de las columnas estructurales hay varias escenas bíblicas como la liberación de San Pedro, la Última Cena o la Parusía con Cristo en Majestad y el Tetramorfos.
También impresiona la cúpula semiesférica elevada sobre trompas que sirve de base para el campanario.
Por otro lado, el ábside nos presenta un volumen semicircular con una cubierta compuesta por bóveda de cañón y de horno. Además, conserva cierta policromía y una imposta de ajedrezado.